Hoy quiero hablaros de lo que me parece que es “el gran olvidado”. Durante el embarazo, la mayoría de las embarazadas que entrenan lo hacen tanto por los beneficios para ellas como para los bebés que están gestando, por supuesto para estar lo mejor posible el día del parto, pero déjame hablarte de los beneficios del momento que viene después, el postparto.
Para mi forma de verlo, el principal motivo para comenzar a entrenar es buscar un momento en el que la prioridad seas tú. Durante el postparto, los cuidados y quehaceres con el bebé ocupan gran parte del día y muchas mujeres (aunque les haga sentir mal, que este es otro tema del que hablar largo y tendido) acaban sintiéndose sobrepasadas.
Ya sé que muchas veces es casi imposible y también depende de lo demandante que sea tu bebé, pero a nivel mental, ese huequito que buscas para moverte va a generar en tu cuerpo una sensación tan agradable que te vas a olvidar de lo cansada que puedas estar o el mal día que hayas tenido si es que es tu caso.
A parte de los beneficios que pueda tener para mejorar diversas patologías asociadas al embarazo y el parto, la mujer se rodea de otras chicas que están en su misma situación. Hablan, aconsejan, se apoyan… crean una tribu entorno a este momento y me parece una parte esencial de lanzarte a entrenar.
Buscar apoyo emocional en una relación de iguales hace que te sientas comprendida, y aunque no debería valernos el “mal de muchos, consuelo de tontos” es cierto que se comparten tanto agobios como felicidad.
Anímate y vente a entrenar con nosotras. ¡Estás a solo un paso de mejorar en muchos aspectos!