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suelo pélvico

Hoy en día, gracias a los avances de la ciencia y a que cada vez trabajamos más de manera interdisciplinar, la mujer va conociendo mejor este término que engloba el trabajo de distintos profesionales para obtener una mejor función del mismo. Hablamos de suelo pélvico cuando queremos referimos al conjunto de estructuras anatómicas que componen la base de nuestro tronco, la pelvis.

Estos músculos, cartílagos, tendones, ligamentos van desde el pubis hasta el coxis formando una red funcional que contiene órganos como la vejiga, el útero o el recto. Además, cuando hablamos de fisioterapia de suelo pélvico, no sólo tenemos en cuenta estas estructuras, si no que debemos valorar tanto la cúpula diafragmática, como el abdomen y la postura de la persona, ya que todas ellas inciden en el correcto funcionamiento del suelo pélvico.

Esta parte de nuestro cuerpo tiene diferentes funciones como contención, sostén, función reproductiva y función sexual.

La primera de ellas, nos ayuda a contener la orina, los gases y las heces. Podemos encontrar diversas disfunciones como la incontinencia urinaria, que habría que ver el tipo de incontinencia y el por qué se da o también incontinencia de gases o de heces, además de estreñimiento.

La función de sostén hace referencia a la capacidad de los músculos y estructuras anatómicas de mantener los órganos en el plano que deben estar. Esta disfunción puede dar paso al descenso de alguno de ellos, estando categorizados entre prolapsos de grado 1 a grado 4.

Con respecto a la función reproductiva, a parte de que esta zona de nuestro cuerpo es la encargada de hacer crecer una vida, es la encargada también del descenso del bebé hacia el exterior, por el canal del parto. Tener un tono adecuado en la musculatura de esta parte de nuestro cuerpo favorece el transcurso del parto.

Por último, hacer especial incapié a la función sexual. A veces nos encontramos en consulta chicas que tienen un hipertono o hipotono de la musculatura, cicatrices de desgarro o episiotomías, patologías dermatológicas o algún otro aspecto que esté afectando tanto física como emocionalmente a las relaciones sexuales con o sin penetración de la persona.

Pueden existir patologías que incluyen dolor, imposibilidad de penetración, anorgasmia, falta de deseo sexual u otros factores que afecten a esta función del suelo pélvico.